El Milagroso Corán

El Milagroso Corán

Mi Primer Parámetro: Si es la Religión de Dios la que estoy Buscando, la Escritura Sagrada debeprovenir de Dios


En mi estudio de otras religiones, una de mis metas era leer la escritura sagrada de cada religión directamente, para poder comprender directamente la fuente de la religión. Esto es obviamente lo que despertó mi curiosidad en el Corán.


Ya creía fuertemente en Dios y estaba convencido de la existencia de un Ser Supremo. De hecho, por un tiempo, era en algunos momentos cristiano y en otros simplemente un deísta, siguiendo los pasos de Voltaire y muchos de los “padres fundadores” de los Estados Unidos.


Ya creyendo en Dios, por lo tanto, mi primer parámetro para una verdadera religión era que la religión debía tener como fuente original a Dios. Nadie puede conocer los detalles de Dios excepto Dios mismo. Él se encuentra por encima y más allá de la esfera de la experiencia humana. Más importante, nadie sabe cómo debe ser adorado excepto Él. Nadie conoce de qué modo de vida se complace excepto Él. Aunque los seres humanos pueden llegar a muchas conclusiones acerca de Dios, ningún ser humano puede aclamar lógicamente que ha descubierto- sin la revelación de Dios – la manera en la cual Dios debe ser adorado y la clase de vida que satisface a Dios. De este modo, si la única meta en nuestro corazón es complacer y adorar verdaderamente a Dios como debe serlo, entonces no se tiene otra alternativa más que ser guiado y aconsejado por Él.


Basado en la primera premisa, cualquier religión creada por el hombre no es una alternativa lógica. No importa cuánto traten los seres humanos, no pueden hablar con autoridad acerca de cómo se supone que Dios debe ser adorado.


Es importante destacar que este parámetro no significa que en algún momento Dios desempeñó un rol en la formación de una religión específica. No, este parámetro significa que el rango completo de las enseñanzas debe provenir de Dios. Existen algunas religiones que se pueden haber originado en Dios pero, después, sus adherentes se sintieron libres para responder al razonamiento humano y ajustar, modificar o alterar la religión. En este proceso, crearon una nueva religión, diferente a la que Dios ha revelado. Esto, nuevamente, destruye por completo el propósito. Lo que Dios a revelado no necesita ser mejorado o cambiado por la humanidad. Cualquier cambio o alteración significa la desviación de la revelación. Por lo tanto, cualquier cambio y alteración solo llevará a la humanidad lejos de la verdad y del modo apropiado de adorar a Dios. Además, Dios es más que capaz de enviar una revelación perfecta para cualquier tiempo o circunstancia. Si hubiese alguna necesidad de alterar o cambiar las leyes de Dios, la autoridad para eso yace también en Dios. En otras palabras, Dios es libre de cambiar algunas de Sus leyes debido a Su sabiduría y conocimiento, por ejemplo, por misericordia o como castigo para Sus siervos. Puede hacerlo enviando una nueva revelación o hasta enviando un nuevo Profeta. Con esto, no hay ningún problema lógico. Pero hay un grave problema cuando los seres humanos se ocupan ellos mismos de “arreglar” la revelación de Dios.


De este modo, el primer parámetro establece que la religión se origina en Dios. Sin embargo, esto no es suficiente. El Segundo parámetro es que las enseñanzas de Dios deben ser preservadas en su forma original. La lógica detrás de este punto debe ser obvia. Si la revelación original viene de Dios pero fue luego cambiada y distorsionada por los seres humanos, se tiene una mezcla de la religión de Dios y la interpolación humana. Ya no es la religión pura de Dios. Aunque esto puede parecer una premisa obvia, es sorprendente ver a las personas que ni siquiera han tenido en cuenta este punto, siguiendo ciegamente las escrituras o las enseñanzas que no pueden ser históricamente autentificadas como pertenecientes a la revelación.


El Primer Aspecto Milagroso del Corán: Su DetalladaPreservación


De hecho, esta es una de las primeras cosas que me impresionó con respecto al Corán. Aun aquellos que estaban claramente en contra del Islam y sus escrituras, como Sir William Muir, admitieron que el Corán que vemos hoy en día fue preservado desde los tiempos del Profeta, que Dios tenga misericordia de Él[1]. De hecho, aún aquellos que más trataron de ser críticos y pusieron en duda la completa autenticidad del Corán, como Jeffery, me impresionaron más aún como la información que tenemos concerniente a la historia de este texto.


Para poder apreciar por completo este punto, se debe poner en contexto mi formación cristiana. En absoluto, este escrito tiene la intención de criticar al cristianismo. Sin embargo, es el origen del cual procedo y a través del cual examiné otras religiones. Por lo tanto, comparé profundamente entre el cristianismo y las demás religiones, incluyendo el Islam. Por lo tanto, no tuve otra alternativa más que referirme el cristianismo durante el curso de este escrito ya que trata de mi propia experiencia.


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Footnotes:
[1] Por citas de numerosos escritores no-musulmanes afirmando la autenticidad del Corán, verDialogue Between Islam and Christianity: Discussion of Religious Dogma Between Intellectuals from the Two Religions (Fairfax, VA: Instituto del Islam y las Ciencias árabes en Norteamérica, 1999), pp. 295.

 

Era dolorosamente consciente de la historia de la Biblia y era uno de los principales problemas que tenía con el cristianismo[1]. Hablé con pastores acerca de eso y la mayoría de ellos en ese momento, fue antes de que los fundamentalistas se convirtieran en la corriente dominante, se abrieron a hablar del tema y admitieron que había problemas con la autenticidad histórica de la Biblia. Al mismo tiempo, sin embargo, la mayoría de ellos proclamaron que las “enseñanzas” habían sido preservadas aunque los detalles no. En otras palabras, la Biblia claramente no era la palabra de Dios; aclamaban que los escritores bíblicos se “inspiraron” en Dios. Es lo máximo que podían proclamar, aunque no lo podían probar. Esto parecía para mi una fe ciega porque si no se sabe si los detalles han sido preservados, como se puede estar tan seguro que las principales enseñanzas realmente han sido preservadas. En realidad no sabemos quienes fueron Mateo, Marcos, Lucas y Juan realmente ni porque sus nombres fueron relacionados a los famosos Evangelios.


Viendo esto, encontré a Jeffrey, tratando de probar que existen algunas dificultades menores con el Corán, demostrando que la compilación del Corán desde sus tempranos años es conocida detalladamente, como la mayoría de su trabajo se relacionaba a la época de los Compañeros del Profeta. Estaba impresionado y este supuesto ataque al Corán simplemente, nuevamente como me referí anteriormente, hizo que continuara mi estudio del Corán. (Por supuesto, mucho más tarde leí respuestas a los argumentos de Jeffrey, refutando totalmente sus afirmaciones de que el Corán no había sido preservado intacto).


La Promesa del Corán de que sería Preservado


En todo caso, capto mi atención lo que el Corán dice sobre sí mismo:


“Ciertamente Nosotros hemos revelado el Corán y somos Nosotros sus custodios.” (Corán 15:9)


Esto me resulto muy interesante porque dentro del Corán hay una clara referencia a cómo las anteriores personas fallaron al preservar el mensaje que habían recibido[2]. De este modo, en vistas de lo que el Corán decía acerca de las anteriores revelaciones, esta era una audaz afirmación. Y, accidentalmente, puede ser considerada una de las profecías del Corán, proveniente de la perspectiva judío-cristiana, las profecías eran de algún modo importantes para mí. Si no se probaban, eran dañinas a mis ojos mientras que si las probaba, eran consideradas como un buen signo.
Nuevamente, la historia del Islam presenta un escenario diferente de aquel de las revelaciones anteriores. El Profeta Muhammad, que la paz y la misericordia de Dios sean con él, vivió hace 1400 años. Él es definitivamente el más “histórico” de los Profetas. Es así, que la historia del Corán es conocida y documentada.


El Corán fue preservado con meticuloso cuidado. Se describe a sí mismo como una “lectura” (Qur’an) y un libro (kitaab). De hecho, fue por intermedio de estos dos medios que el Corán fue meticulosamente preservado.


Durante la vida del Profeta, el Profeta tuvo escritos específicos cuya tarea era documentar la revelación cuando la recibía. El Corán no fue revelado todo en una sola instancia. Fue documentado durante un período de veintitrés años. Durante este tiempo, la revelación podía llegar al Profeta en cualquier momento. Cuando llegaba, se reconocía por signos físicos en el Profeta (un punto que llevó a muchos a afirmar que eran ataques epilépticos). Entonces él llamaba a sus escribas y les decía lo qué le había sido revelado y dónde exactamente el nuevo pasaje debía encontrarse por lo que había sido recién revelado por Dios.


El Corán, que no es un libro extenso, también fue preservado en la memoria, así como escrito desde la época del Profeta Muhammad mismo. Muchos de los compañeros del Profeta habían memorizado el Corán por completo y, por miedo a lo que había sucedido con las comunidades de las anteriores religiones, tuvieron los recaudos necesarios para protegerlo de cualquier forma de adulteración. El Corán continua siendo memorizado hoy en día, otro aspecto impresionante del Corán. De hecho, Dios dice del Corán:
“Hemos hecho el Corán fácil de comprender y memorizar. ¿Habrá alguien que reflexione?” (Corán 54:17)


Hasta el día de hoy, cientos de musulmanes han memorizado el Corán. SiFahrenheit 451 de Ray Bradbury fuese hoy realidad y todos los libros se convirtieran en cenizas, el Corán sobreviviría. Los musulmanes podrían volver a escribir el Corán entero de memoria.


Poco después de la muerte del Profeta, el Corán fue compilado y las copias oficiales fueron enviadas a las diferentes tierras para asegurarse que el texto fuese puro. Hoy en día, uno puede viajar a cualquier parte del mundo y tomar una copia del Corán y encontrar que es la misma en todo el mundo[3].


Hasta la lengua del Corán, que es esencial para mantener la comprensión del texto, ha sido preservada[4]. No puede decirse lo mismo de profetas anteriores como Jesús y Moisés, cuyo idiomas hebreo y arameo no se hablan en la actualidad.


Como se ha mencionado anteriormente, se puso el mayor cuidado para asegurarse que nada que no perteneciese a la revelación directa de Dios, incluso las afirmaciones propias del Profeta, fuesen incluidas en el Corán. El Corán no era más que las palabras recibidas por el Profeta como revelación y que informaba a sus seguidores que formaban parte de él. De este modo, el Corán es completamente diferente a la Biblia, que incluye historias acerca de los profetas, comentarios de sus vidas y enseñanzas, cartas y escritos de personas no profetas y más. No se encuentran tales interpolaciones humanas en el Corán.


Es así como, el Corán originariamente me impresionó de dos maneras: Primero, proclamaba claramente ser la palabra de Dios y no se mezclaba con las palabras de los seres humanos. Segundo, era minuciosamente preservado desde los tiempos de su revelación. Por lo tanto, yo estaba preparado para interiorizarme en su estudio y analizar sus enseñanzas.


Por cierto, alguien puede preguntar ¿cómo es que Dios permitió que sus anteriores escrituras fuesen distorsionadas y no preservadas? Uno puede pensar muchas razones importantes para esto. Primero, como está claro en las nuevas escrituras, los profetas anteriores, como Moisés y Jesús, no fueron enviados a toda la humanidad. Sus mensajes eran claramente para la tribu de Israel y para esos tiempos particulares. En realidad, Dios nos enseña que las personas tuvieron mensajeros que fueron enviados a ellos y cuyos propósitos fueron limitados. El Profeta Muhammad, y por lo tanto, su revelación, está dirigida a toda la humanidad desde su época hasta el Día del Juicio Final. Segundo, si las revelaciones hubiesen sido preservadas, sus seguidores podrían haber utilizado esa razón para continuar siguiendo a sus profetas y rechazar al Profeta Muhammad. Esta claro que por medio de cualquier modo, como la evidencia histórica, afirmaciones contradictorias en el texto y demás, sus escrituras no han sido preservadas en detalle y que no pueden afirmar ser la religión pura de Dios, sin ser mezclada con la interpolación humana, no tienen excusa válida para no abandonar sus no preservadas revelaciones por la verdadera, completa y exacta revelación de Dios que se encuentra en el Corán.


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Footnotes:
[1] Desafortunadamente, el espacio no permite una detallada discusión acerca de este tema aunque es extremadamente importante para mi comparación entre la Biblia y el Corán. Para ser breve, las conclusiones de un autor con respecto al Antiguo Testamente serán presentadas. después de una larga discusión acerca de la historia de la Tora, Dirks concluye:
La Tora actual no es un documento único e unitario. Es una compilación… con capas adicionales… Mientras que Moisés, la persona que recibió la revelación original, que representa supuestamente la Tora, no vivió más allá del Siglo 13 AC, y probablemente vivió en el Siglo 15 AC, la Tora recibida data de mucho tiempo después. El substrato mas antiguo de la Tora recibido, J, data de no antes del Siglo 10 AC… además, estos substratos no fueron combinados con la Tora hasta aproximadamente el año 400 AC, aproximadamente 1000 años después de la vida de Moisés. Además, la Tora recibida nunca fue totalmente estandarizada, existen al menos 4 textos diferentes en el primer siglo DC, que fue aproximadamente 1500 años después de la vida de Moisés. aparte de eso, si uno adopta los textos masoréticos como los oficiales de la Tora, entonces los manuscritos mas antiguos datan del año 895 DC, cerca de 2300 años después de la vida de Moisés. En resumen, aunque la Tora recibida puede contener algunas porciones de la Tora original, la proveniencia de la Tora revelada está destruida, extensamente desconocida, y no puede de ninguna manera ser atribuida a Moisés. [Jerald F. Dirks, The Cross & the Crescent(Beltsville, MD: Amana Publications, 2001), p. 53. Se pueden encontrar otras importantes discusiones de la autenticidad del Antiguo Testamento en, The Bible, the Quran and Science de Maurice Bucaille (Indianápolis, IN: American Trust Publications, 1978), pp. 1-43; The History of the Quranic Text from Revelation to Compilation: A Comparative Study with the Old and New Testaments de M. M. Al-Azami (Leicester, United Kingdom: UK Islamic Academy, 2003), pp. 211-263.]
Aunque Jesús nació muchos años después que Moisés, la revelación que recibió no fue más fiel. Un grupo de eruditos cristianos conocidos como Seguidores del Seminario de Jesús trataron de determinar cuales de los dichos atribuidos a Jesús pueden ser realmente auténticos. ellos afirmaron: “El Ochenta y dos por ciento de las palabras atribuidas a Jesús en los evangelios no fueron realmente pronunciadas por él” [Robert W. Funk, Roy W. Hoover y el Seminario de Jesús, The Five Gospels: What did Jesus Really Say? (New York: MacMillan Publishing Company, 1993), p. 5.] Al describir la historia de los evangelios, escribieron: “La cruda verdad es que la historia de los evangelios griegos, desde su creación en el primer siglo hasta el descubrimiento de las primeras copias al comienzo del tercero, permanece desconocida y por lo tanto, su territorio no puede ser marcado en el mapa". [Funk, et al., p. 9.] El trabajo de Bart Ehrman The Orthodox Corruption of Scripture ha identificado como la escritura ha sido cambiada a lo largo de los tiempos. Establece su tesis, la cual prueba detalladamente desde el comienzo: “Mi tesis puede ser afirmada en un modo simple: los escritores a menudo alteraban las palabras de sus sagrados textos para que parezcan mas ortodoxas y prevengan uso incorrecto por los cristianos que expusieron puntos de vista desviados". [Bart D. Ehrman, The Orthodox Corruption of Scripture: The Effect of Early Christological Controversies on the Text of the New Testament (New York: Oxford University Press, 1993), p. xi.] Esto es similar a colocar el carro antes del caballo: Las creencias deben basarse en los textos transmitidos y los textos no deben ser alterados para encajar en las creencias.
Note que estas dos primeras premisas con respecto a la religión sensata se encuentran estrechamente relacionadas unas con las otras. Es un reconocimiento general de parte de muchos cristianos que sus textos no han sido debidamente preservados. Esto implica la interpolación y distorsión humana. Debido a que el texto ha sido distorsionado de alguna manera, los lleva a creer que deben “corregir” el texto. De este modo, se dan a si mismos autoridades máximas para decidir qué debe ser religión. Es axial que, en octubre de 2005, los obispos de Inglaterra desarrollaron un texto afirmando que existen muchos aspectos en la Biblia que no deben ser considerados como verdaderos. continuaron esbozando lo verdadero y lo falso. si estos textos originales hubiesen sido minuciosamente preservados, no habría necesidad de ninguna corrección o nueva autoridad para afirmar lo que es aceptable y lo que se debe rechazar.
[2] El Corán mismo se refiere a la distorsión de los anteriores libros por las personas así como también los intentos de ocultar algunas de las revelaciones. Ver, por ejemplo, Corán 5:14-15 y 4:46.
[3] Una historia detallada del Corán y su preservación se puede encontrar en: The History of the Quranic Text from Revelation to Compilation: A Comparative Study with the Old and New Testaments de M. M. Al-Azami (Leicester, United Kingdom: UK Islamic Academy, 2003), pp. 1-208.
[4] Las diferencias entre el Árabe Clásico (el lenguaje del Corán) y los modernos Standard árabes son mínimos e inconsecuentes. Alguien completamente desfamiliarizado con el árabe puede pasar por alto el siguiente libro que destaca cuando ocurren estas diferencias: Modern Written Arabic: A Comprehensive Grammar de Elsaid Badawi, M. G. Carter y Adrian Gully (London: Routledge, 2004).
Estaba muy impresionado con las enseñanzas del Corán acerca de Dios y las encontré diferentes a las demás escrituras que había estudiado. Esto nuevamente probaba que esta escritura estaba libre de la interpolación humana. También estaba muy impresionado con la manera en la que se manejaba la creencia en Dios particularmente y Su sistema de creencias en conjunto.

Explicaré a lo que me refiero con esto.


Ninguna Fe Ciega


Viniendo desde una tradición cristiana, experimenté lo que muchos experimentaron con respecto a los asuntos de fe y como comprenderlos. Era virtualmente imposible obtener respuestas claras de los pastores y curas acerca de muchas creencias básicas cristianas. La realidad es que los conceptos de fe estaban destinados a ser un "misterio" y creer en lo que uno no puede verdaderamente comprender, es lo que prueba la fe de una persona.


Esa propuesta simplemente no me complacía y la encontraba, y todavía la encuentro, ilógica. No parece ser que la verdad revelada por un Dios Piadoso y Sabio, quien ha mostrado tantos signos maravillosos en la creación, debería llevar a uno ha decir - como se sabe que el Padre Tertulian de la Iglesia africana del norte del 2do Siglo dijo : credo quia absurdum est - “Creo porque es absurdo” . La religión no debería estar simplemente “basada en la fe”, como tal. En realidad, debería estar también “basada en el conocimiento”, para que el corazón y la mente encuentren consuelo en la religión y se entrege a ella con una firme resolución. Y esto es lo que encuentro en el Islam.


Se debe recordar que el Profeta Muhammad, que la misericordia de Dios sea con él, primero encontró personas a las cuales les satisfacía la adoración de ídolos. Además, ellos, en particular, no creían en la vida del Más Allá. Algunos de ellos, parece ser, que no tenían una clara percepción del Ser Supremo.


Fue en este ambiente que fue revelado el Corán. El Corán no les ordenó simplemente creer. ¡Por el contrario! El Corán les dio pruebas tras pruebas, lecciones tras lecciones, signos tras signos para que todos creyeran que existe un Creador que ha creado a los seres humanos y todo lo maravilloso del Universo con un propósito, ya que no es un Creador imprudente o ignorante.
Es así como, el Corán está lleno de pasajes que demandan el pensamiento del ser humano. En esencia el mensaje era este: Allah sabe que si los seres humanos utilizan sus capacidades mentales adecuadamente, reconocerán las verdades que Allah dice en el Corán. De hecho, el Islam enseña que el reconocimiento de estos hechos es innato en el alma de las personas.
El hecho es que la fe en Allah, el Corán y el Profeta Muhammad no se basa en mera emoción o una fe ciega. Se basa en razones reales y evidentes.
Desde mi origen, esta osadía de propagar la fe y desafiar a los seres humanos a pensar y ponderar era un milagro.


Tomando de los cristianos y los judíos


Un concepto que muchos de los escritores no-musulmanes clamaban era que el Profeta Muhammad, que Dios lo alabe, simplemente tomó la mayoría de las enseñanzas de los judíos y los cristianos. Por ejemplo, el título del libro de Bell,The Origin of Islam in its Christian Environmen (El Origen del Islam en su medioambiente cristiano) —que por cierto ¡cualquier árabe quedaría en shock si se le dijese que el Islam se desarrolló en un medioambiente cristiano!


Reconocí que había dos posibilidades:
(1) el Profeta Muhammad si tomó de su material o
(2) la revelación que recibió fue del mismo Dios que envió a Moisés, Jesús y los anteriores profetas, como afirmó el Profeta Muhammad mismo. Si fuese lo último, explicaría las coincidencias en las enseñanzas y el mensaje. El mismo Dios envió a los anteriores profetas y está simplemente volviendo a contar sus historias en su nueva revelación.
Sin embargo, inmediatamente comencé a notar deslumbrantes diferencias entre el Corán y la Biblia, hasta con respecto a las enseñanzas respecto de Dios mismo. Si el Profeta Muhammad estaba "editando" lo que oía de la Biblia - y por cierto, en ese momento, no existía ninguna Biblia disponible en árabe- entonces estaba haciendo un excelente trabajo.
Encontré que las extrañas enseñanzas acerca de Dios que uno encuentra a lo largo de la Biblia son completa e inequívocamente inexistentes en el Corán.
Para resumir, sólo mostraré algunos ejemplos de esto.
La Nueva Versión Internacional del Génesis 3:8-11, dice: 8 Oyeron luego el ruido de los pasos del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la brisa del día, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista del Señor Dios por entre los árboles del jardín.
9 El Señor Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?" 10 Éste contestó: "Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí."
11 Él replicó: "¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?"
Aquí, se lo describe a Dios caminando en el jardín en la brisa del día. Lo que es mas sorprendente que Adán y Eva podían esconderse de Dios y él tuviese que preguntar: ¿Dónde estás?" Si un humano puede esconderse de Dios, ¿Cómo es que este Señor va a tener conocimiento de los pecados que el hombre comete? Es complicado para un hombre engendrar en su corazón el tipo de amor y devoción de Dios que debe tener cuando cree que Dios es tan débil que un evento como este puede sucederle.
En Génesis 32:24-28,[1] se encuentra la historia y la descripción literal de Jacob luchando y derrotando a Dios. En el verso 28, dice: “Tu [Jacob] has luchado con Dios y con el hombre, y tu has Ganado”. En otras palabras, el creador del universo a quien se espera que la humanidad adore y se someta es derrotado por un mero mortal en una lucha.
El Antiguo Testamento muestra a Dios como alguien que tuvo la intención de hacer el mal pero se arrepintió. Éxodo 32:14 dice: “Y el señor se arrepintió del mal que pensó hacerle a su pueblo” (versión del King James). No sorprendería que alguien niegue a Dios y no lo considere digno de adoración si Él mismo tuvo que arrepentirse de sus propios males[2].


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Footnotes:
[1] La Nueva Versión de King James dice: 24 Así se quedó Jacob solo; y luchó un varón con él hasta el alba. 25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. 26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. 27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. 28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
[2] Por supuesto, esto hacer surgir la pregunta de ¿Ante quien es que Dios debe o puede arrepentirse?

 

Además, en el Talmud[1]— algunos eruditos no-musulmanes, como Rodinson, afirmaron que el material coránico proviene del Talmud— se afirma que existía una disputa entre Dios y los eruditos judíos. Después de un largo debate sin ninguna resolución, decidieron referir el asunto a uno de los rabinos. Después de la decisión del rabino, Dios tuvo que admitir que estaba equivocado[2]. De este modo, Dios, según ellos, no es perfecto con respecto a Su conocimiento.


La concepción cristiana de Dios teniendo un hijo es, por supuesto, completamente blasfemo desde el punto de vista islámico. A menudo me pregunto ¿cómo podría haber existido un hijo semi-humano de Dios o cómo Jesús particularmente podría haber sido el hijo de Dios? Como se le ve a Jesús en el Nuevo Testamento, además de realizar algunos Milagros que también realizaron profetas anteriores, no hay nada especial en él. Vivió como un ser humano, comiendo y bebiendo. Sufrió como un humano y hasta le oró a Dios. Los romanos y los judíos[3] derrotaron al supuesto hijo de Dios y él no pudo salvarse siquiera a sí mismo, ni siquiera rogándole a su padre. A causa de ello, existen preguntas difíciles de responder para los cristianos: Era parcialmente divino y parcialmente humano, era completamente divino, completamente humano, fue divino desde su nacimiento, fue divino por un tiempo y luego la divinidad lo abandonó y otras preguntas más. En la concepción islámica de Dios, no existe nada de esta naturaleza. De hecho, el Corán niega la crucifixión – si el Profeta Muhammad, que Dios le de paz y misericordia, hubiese estado simplemente copiando de la Biblia, hubiese incluido seguramente esa historia.


En el Corán, por otro lado, Dios es representado de tal manera que uno se percata que Él merece la adoración. Uno siente agradecimiento por Él y tiene fe en Él. Dios realmente es amado por el individuo ya que comprende más acerca de Él a través del Corán. Algunos pasajes en el Corán que describen a Dios son destacables:


“Él es Allah, no hay otra divinidad salvo Él, Conocedor de lo oculto y de lo manifiesto. Él es Clemente, Misericordioso. Él es Allah, no hay otra divinidad salvo Él, Soberano, Santísimo, Pacificador, Dispensador de seguridad, Celador, Poderoso, Compulsor y Soberbio. ¡Glorificado sea Allah! Él está por encima de lo que Le atribuyen. Él es Allah, Creador, Iniciador y Formador. Suyos son los nombres [y atributos] más sublimes. Todo cuanto existe en los cielos y en la Tierra Le glorifica. Él es Poderoso, Sabio.” (Corán 59:22-24)


“¡Allah! No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Él, Viviente, se basta a Sí mismo y se ocupa de toda la creación. No Lo toma somnolencia ni sueño. Suyo es cuanto hay en los cielos y la Tierra. ¿Quién podrá interceder ante Él sino con Su anuencia? Conoce el pasado y el futuro; y nadie abarca de Su conocimiento salvo lo que Él quiere. Su Trono se extiende en los cielos y en la Tierra, y la custodia de ambos no Le agobia. Y Él es Sublime, Grandioso.” (Corán2:255)


“1. Di [¡Oh, Muhammad!]: Él es Allah, la única divinidad. Allah es el Absoluto [de Quien todos necesitan, y Él no necesita de nadie]. No engendró, ni fue engendrado. No hay nada ni nadie que se asemeje a Él.” (Corán 112:1-4)


Por cierto, incluso al describir a los Profetas, muchas historias muy importantes, sobresalientes en la Biblia fueron completamente ignoradas en el Corán. Por ejemplo, Éxodo 32:1-6 menciona la historia de Aarón, el hermano de Moisés y uno de los líderes religiosos de la tribu de Israel, haciendo de un becerro dorado un ídolo para ser adorado[4]. En 2 Samuel, capítulo 11, versos 1-17, el líder de los judíos David, quien los musulmanes consideraban un profeta, es vergonzantemente mostrado cometiendo adulterio, hacienda lo mejor de él para ocultarlo y luego haciendo lo mejor de él para que el esposo de la mujer fuese asesinado[5]. Salomón es también acusado de cometer idolatría simplemente por amor a sus tantas esposas[6].


Además, la Biblia también afirma lo siguiente: Jacobo engañó a su padre Isaac. El Profeta Lot, ebrio, cometió incesto con sus dos hijas. Judas cometió incesto con sus hijas políticas. Pharez y Zarah quienes eran el resultado de ese incesto son honrados como los bisabuelos y bisabuelas de Jesús. Se dice que Jesús desairó a su propia madre al decir: "¿Mujeres, qué es lo que tengo que hacer contigo?”[7]


Todas estas historias no se encuentran en el Corán y un musulmán no cree tales acusaciones innobles acerca de los nobles profetas que Dios selecciona para guiar a la humanidad.


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Footnotes:
[1] El Talmud es “Una compilación autoritaria, influyente de tradiciones rabínicas y discusiones acerca de la vida y las leyes judías.” Larousse Dictionary of Beliefs and Religions (Edinburgh: Larousse, 1995), p. 513.
[2] Cf., Anas Karzoon, Manhaj al-Islaam fi Tazkiyah al-Nafs (Jeddah: Daar Noor al-Maktabaat, 1997), vol. 1, p. 97.
[3] Entonces, para que este autor no pueda ser acusado de alguna manera de anti-semitismo, se debe mostrar la próxima cita. Israel Shahak escribió: “De acuerdo al Talmud, Jesús fue ejecutado por una adecuada corte rabínica por idolatría, incitando a otros judíos a idolatrar y despreciar la autoridad rabínica. todas las fuentes judías que mencionan su ejecución se contentan de ser responsables de ella: en la cuenta Talmúdica los romanos ni siquiera son mencionados.” Israel Shahak, Jewish History, Jewish Religion: The Weight of Three Thousand Years (London: Pluto Press, 1997), pp. 97-98. También escribió (pp. 20-21) acerca de la fe de Jesús: “el Talmud afirma que su castigo en el infierno es ser inmerso en excremento hirviente.”
[4] La Versión de King James dice: 1 Al ver los israelitas que Moisés tardaba en bajar del monte, fueron a reunirse con Aarón y le dijeron: Tienes que hacernos dioses que marchen al frente de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, no sabemos qué pudo haberle pasado 2 Aarón les respondió: Quítenles a sus mujeres los aretes de oro, y también a sus hijos e hijas, y tráiganmelos.
3 Todos los israelitas se quitaron los aretes de oro que llevaban puestos, y se los llevaron a Aarón, 4 quien los recibió y los fundió; luego cinceló el oro fundido e hizo un ídolo en forma de becerro. Entonces exclamó el pueblo: Oh Israel, aquí tienes a tu dios que te sacó de Egipto 5Cuando Aarón vio esto, construyó un altar enfrente del becerro y anunció: Mañana haremos fiesta en honor del SEÑOR.
6 En efecto, al día siguiente los israelitas madrugaron y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y se entregó al desenfreno.
[5] La Nueva Versión Internacional dice: 1 En la primavera, que era la época en que los reyessalían de campaña, David mandó a Joab con la guardia real y todo el ejército de Israel para que aniquilara a los amonitas y sitiara la ciudad de Rabá. Pero David se quedó en Jerusalén. 2 Una tarde, al levantarse David de la cama, comenzó a pasearse por la azotea del palacio, y desde allí vio a una mujer que se estaba bañando. La mujer era sumamente hermosa, 3 por lo que David mandó que averiguaran quién era, y le informaron: «Se trata de Betsabé, que es hija de Elián y esposa de Urías el hitita.» 4 Entonces David ordenó que la llevaran a su presencia, y cuando Betsabé llegó, él se acostó con ella. Después de eso, ella volvió a su casa. Hacía poco que Betsabé se había purificado de su menstruación, 5 así que quedó embarazada y se lo hizo saber a David. 6 Entonces David le envió este mensaje a Joab: «Mándame aquí a Urías el hitita.» Y Joab así lo hizo.7 Cuando Urías llegó, David le preguntó cómo estaban Joab y los soldados, y cómo iba la campaña.8 Luego le dijo: «Vete a tu casa y acuéstate con tu mujer.» Tan pronto como salió del palacio, Urías recibió un regalo de parte del rey, 9 pero en vez de irse a su propia casa, se acostó a la entrada del palacio, donde dormía la guardia real.
10 David se enteró de que Urías no había ido a su casa, así que le preguntó: Has hecho un viaje largo; ¿por qué no fuiste a tu casa? 11 En este momento, respondió Urías, tanto el arca como los hombres de Israel y de Judá se guarecen en simples enramadas, y mi señor Joab y sus oficiales acampan al aire libre, ¿y yo voy a entrar en mi casa para darme un banquete y acostarme con mi esposa? ¡Tan cierto como que Su Majestad vive, que yo no puedo hacer tal cosa! 12 Bueno, entonces quédate hoy aquí, y mañana te enviaré de regreso, replicó David. Urías se quedó ese día en Jerusalén. Pero al día siguiente 13 David lo invitó a un banquete y logró emborracharlo. A pesar de eso, Urías no fue a su casa sino que volvió a pasar la noche donde dormía la guardia real.14 A la mañana siguiente, David le escribió una carta a Joab, y se la envió por medio de Urías.15 La carta decía: «Pongan a Urías al frente de la batalla, donde la lucha sea más dura. Luego déjenlo solo, para que lo hieran y lo maten.»
16 Por tanto, cuando Joab ya había sitiado la ciudad, puso a Urías donde sabía que estaban los defensores más aguerridos.17 Los de la ciudad salieron para enfrentarse a Joab, y entre los oficiales de David que cayeron en batalla también perdió la vida Urías el hitita.
[6] I Reyes, capitulo 11, versos 1-10 de Nueva Versión Internacional dice: 1 Ahora bien, además de casarse con la hija del faraón, el rey Salomón tuvo amoríos con muchas mujeres moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas, todas ellas mujeres extranjeras, 2 que procedían de naciones de las cuales el SEÑOR había dicho a los israelitas: «No se unan a ellas, ni ellas a ustedes, porque de seguro les desviarán el corazón para que sigan a otros dioses.» Con tales mujeres se unió Salomón y tuvo amoríos.3 Tuvo setecientas esposas que eran princesas, y trescientas concubinas; todas estas mujeres hicieron que se pervirtiera su corazón.4 En efecto, cuando Salomón llegó a viejo, sus mujeres le pervirtieron el corazón de modo que él siguió a otros dioses, y no siempre fue fiel al SEÑOR su Dios como lo había sido su padre David.5 Por el contrario, Salomón siguió a Astarté, diosa de los sidonios, y a Moloc, el detestable dios de los amonitas.6 Así que Salomón hizo lo que ofende al SEÑOR y no permaneció fiel a él como su padre David.7 Fue en esa época cuando, en una montaña al este de Jerusalén, Salomón edificó un altar pagano para Quemós, el detestable dios de Moab, y otro para Moloc, el despreciable dios de los amonitas.8 Lo mismo hizo en favor de sus mujeres extranjeras, para que éstas pudieran quemar incienso y ofrecer sacrificios a sus dioses.
9 Entonces el SEÑOR, Dios de Israel, se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado de él, a pesar de que en dos ocasiones se le había aparecido10 para prohibirle que siguiera a otros dioses. Como Salomón no había cumplido esa orden.
[7] Para el relato de estas acusaciones, ver, respectivamente, Génesis 27:16, Génesis 19:30-38, Mateo 1:3 y Juan 2:4.
Noté casi inmediatamente que las enseñanzas coránicas son muy exhaustivas, completas, balanceadas y prácticas. En resumen, no me explayaré en este aspecto detalladamente pero debo decir que fue algo que me impresionó bastante. El rango y flexibilidad de las leyes del Corán son impresionantes. Era claro que este Libro no fue revelado para un grupo de personas de una época en particular sino para las personas de diferentes épocas y lugares.


El Corán es muy extenso con respecto a las claras enseñanzas de diversos temas como actos rituales de adoración, transacciones de negocios, matrimonio, divorcio, leyes de guerra y demás. Existe un balance definitivo que uno siente cuando lee el Corán. Una necesidad humana y mundana se encuentra simultáneamente en el mismo pasaje. Incluso los pasajes mas detallados acerca de las leyes todavía contienen admonición, recuerdo de Allah y exhortación para comportarse de la mejor manera posible.


El rango de las enseñanzas coránicas no es sólo para el individuo. No es el caso que Allah le ha entregado algún tipo de guía espiritual para, tal vez, solo guiar su moral y carácter. Por el contrario, Allah también ha revelado una ley destinada a la sociedad como un todo. Los seres humanos no tienen que buscar a tientas tratando de decidir qué es lo mejor para la comunidad en general. Allah la ha entregado para guiar a la especie humana hacia el mejor modo de vida.


Cubre la práctica personal del individuo de la devoción así como también su relación con sus padres, esposos, hijos, vecinos, comunidad y la humanidad en general. Todo esto, con un adecuado balance y dentro del marco total de hacer de nuestras vidas una verdadera o completa manera de adorar solamente a Dios. Esto es claramente una meta única para los seres humanos -la adoración de Dios- y todos los actos de esta vida mundana entran en el rango de esta meta. No siembra esquizofrenia en la vida de las personas. No trata de complacer a Dios y al César al mismo tiempo o incluso en momentos diferentes. Ni siquiera necesita recurrir a la persecución después de deseos vanos y comprometer sus éticas para vivir una vida recompensada en este mundo. Simplemente el individuo necesita vivir su vida de una manera sana bajo la sombra de la exhaustiva orientación del Corán.


Un Aspecto Particular de la Ley Islámica: Su Practicidad


La practicidad de la Ley Islámica es un aspecto particular que realmente me impresionó en ese momento, viniendo, repito, de un origen cristiano. Es una enorme bendición que en el Islam uno encuentre enseñanzas detalladas que resulten en sus deseadas metas y que al mismo tiempo sean extremadamente prácticas y consistentes con la naturaleza humana. La falta de esas enseñanzas es uno de los más grandes dilemas que encuentra el cristianismo. Por ejemplo, con respecto a la cohesión e interacción, las mayores enseñanzas que se encuentran en el Nuevo Testamento son lo que conocemos como: "Los dichos duros " de Jesús. Son como el siguiente:


“Ustedes han oído que se dijo, Ojo por ojo y diente por diente, Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda. Ustedes han oído que se dijo, Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto”. (Mateo 5:38-48).


Los eruditos cristianos mismos están perplejos. ¿Cómo se supone que dichas enseñanzas obviamente imposibles o impracticables deben ser aplicadas? Sólo un ejemplo de una discusión será suficiente para mostrar cuan perplejas son para quienes creen en ellas:


[Para interpretar estas palabras], el modelo propuesto por Joachim Jeremías es simple, representativo, y de continua influencia. De acuerdo a este modelo, el Sermón generalmente es visto en una de estas tres maneras: (1) como un código perfeccionista, alineado con el legalismo del judaísmo rabínico; (2) como un ideal imposible, dirigido a llevar al creyente primero a la desesperación, y luego a confiar en la piedad de Dios, o (3) como una 'ética interina' para lo que se esperaba ser un periodo breve de espera en el tiempo final, y que es ahora obsoleto. Jeremías adhiere sus propias cuatro tesis: El Sermón es una representación indicativa de la incipiente vida en el reino de Dios, que propone la posible experiencia de la conversión como condición. Esquematizaciones más complejas o exhaustivas han sido ofrecidas, pero la mayoría de los intérpretes pueden ser comprendidos en relación a las opciones propuestas por Jeremías.[1]


En el Islam, no existen esos dilemas. Las enseñanzas son fáciles, flexibles, prácticas y se adecuan por completo a la vida diaria, incluso para una persona que recientemente ha abrazado el Islam que vive en un medioambiente completamente no-islámico, como me sucedió a mí. El afamado autor James A. Michener también notó y apreció este aspecto del Islam. En una de las primeras escrituras que leí acerca del Islam, llamada “El Islam, una religión que ha sido malinterpretada” Michener escribió:


El Corán es extraordinariamente coherente en sus discusiones acerca de la buena vida. En un memorable pasaje dice: “Cuando traten con otros transacciones que envuelvan futuras obligaciones, escríbanlas... y consigan dos testigos..." es esta combinación de dedicación a un Dios, sumado a instrucciones prácticas, que hacen único al Corán[2].


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Footnotes:
[1] Lisa Sowle Cahill, Love Your Enemies: Discipleship, Pacifism, and Just War Theory (Minneapolis, MN: Fortress Press, 1994), p. 27.
[2] Citado en Islam—The First and Final Religion (Karachi, Pakistan: Begum Aisha Bawany Waqf, 1978), pp. 86-87.
El siguiente aspecto que llamo mi atención –nuevamente algo que los no-musulmanes mencionaban en sus trabajos- fue el efecto que el Corán tuvo en la generación del Profeta, que Dios Le de paz y misericordia, y en las sub-siguientes.


Es evidente que los árabes en los tiempos del Profeta estaban habituados a beber, divertirse y desarrollar batallas triviales. Se conocía que a veces mataban a sus hijas . Sin embargo, en el breve lapso de veinte años un movimiento que comenzó con un solo hombre pudo, debido a la gracia de Dios y el efecto milagroso del Corán, cambiar acaso todos los árabes y no-árabes en la Península árabe y los unió en una hermandad de fe y piedad tan fuerte que si una parte de la hermandad pasaba algún mal, toda la hermandad se vería afectada negativamente. En esos tiempos, se podían encontrar dos personas que pertenecían a previas tribus antagónicas compartiendo su fortuna y dispuestos a dejar de lado sus vidas por los demás. De hecho, uno de ellos estaría dispuesto a repartir la mitad de su riqueza vienen beneficio de su nuevo hermano que pertenecía a una tribu "extraña".


Tal vez una de las mejores descripciones del cambio que se llevó a cabo entre los musulmanes puede ser visto en la famosa afirmación del Compañero Yafar ibn Abu Talib quien preguntado por el Negus de Abisinia acerca de la misión del Profeta al decir:


“Oh Rey, éramos personas ignorantes, adoradores de ídolos, comiendo carroña y satisfaciendo desenfrenadamente placeres sexuales. Ridiculizábamos a nuestros vecinos, un hermano oprimido por su hermano, y el más fuerte devoraba al más débil. En ese momento un hombre surgió entre nosotros, quien ya era conocido como una persona confiable, noble y honesta. Este hombre nos llamó al Islam. Y nos enseñó a dejar de adorar piedras, a decir la verdad, a abstenernos de derramar sangre, y no estafar a los huérfanos en sus propiedades. Nos enseñó a proveer comodidades a nuestros vecinos y a no calumniar a las mujeres honestas. Nos alentó a que ofreciéramos plegarias, ayunáramos y diéramos caridad. Lo seguimos, dejamos el politeísmo y la idolatría y nos abstuvimos de los malos actos. Fue debido a esta nueva vida que nuestra gente nos fue hostil y nos obligó a regresar a nuestros antiguos e equivocados modos de vida.[1]


Esa generación, en cambio, llevó el mensaje al resto del mundo. Eran claramente un pueblo llevado de la oscuridad a la luz y al camino correcto hacia Dios. Cuando el Emperador Persa preguntó que trajeron los musulmanes a sus tierras, dos diferentes compañeros contestaron en similares términos: "Dios nos ha enviado ha llevar a quien lo desee de la adoración a seres humanos a la adoración de Dios, de la estrechés de este mundo a su mayor amplitud, de la injusticia en este mundo a la justicia del Islam"[2].


Durante la vida del Profeta, que Dios le de paz y misericordia, se pudo ver a estas personas convertirse en una piadosa generación, temerosa de Dios y expectante de Su recompensa. Incluso cuando ellos, como el resto de los seres humanos, resbalaban y pecaban, ansiosamente se arrepentían y volvían con Dios buscando Su perdón. Preferían enfrentar severas penas en su vida, como la muerte, que enfrentar a Dios con sus pecados en sus manos. Esto se puede ver en los casos de Maaiz ibn Maalik al-Aslami y la mujer llamada al-Ghaamidiyah. Los dos fueron al Profeta a admitir que habían cometido adulterio y cada uno le pidió al Profeta por la retribución en este mundo para borrar sus pecados. En el caso de al-Ghaamidiyah, el Profeta le pidió que vuelva después de su confesión y que regresara al Profeta después de haber dado a luz. Volvió con su bebe en brazos y le pidió al Profeta que la purifique de sus pecados. El Profeta, entonces, le pidió que regrese cuando haya destetado al bebe. Entonces ella regresó después de un tiempo y le dijo al Profeta que el niño ya no necesitaba de su leche materna. Nuevamente pidió la expiación de sus pecados por haber cometido adulterio. El Profeta entonces, elogió su acto de arrepentimiento[3].

El efecto de este cambio en los Compañeros continúo mucho después de la muerte del Profeta. Preste atención en los siguientes relatos de los Compañeros cuando buscaban expandir el mensaje del Islam hacia el resto del mundo:


El excelente carácter y cualidades de los soldados musulmanes fue elogiado una vez por un oficial romano con estas palabras: "Por la noche los encontrarán en plegaria; durante el día los encontrarán ayunando. Mantienen sus promesas, ordenan buenos actos, suprimen el mal y mantienen una completa igualdad entre ellos".


Otro atestiguó de esta manera: “Son jinetes de día y ascéticos por la noche. Pagan lo que comen en territorios ocupados por ellos. Son los primeros en saludar cuando llegan a un lugar y son valientes luchadores que acaban con el enemigo".

Un tercero dijo: “Durante la noche parece que no pertenecieran a este mundo y no hacen otra cosa mas que rezar, y durante el día, cuando uno los ve montados en sus caballos, uno siente que no han hecho otra cosa en sus vidas. Son grandes arqueros y grandes lanceros, sin embargo son tan devotamente religiosos y recuerdan tanto a Dios que muy a menudo uno apenas puede escucharlos hablar de otra cosa al estar en su compañía"[4].


Los beneficios de la civilización se fomentaron las enseñanzas del Corán más allá de las tierras de los musulmanes. Muchos están familiarizados con las influencias de los musulmanes en Europa y como las influencias islámicas eventualmente llevaron al Renacimiento. El autor de A History of the Intellectual Development of Europe (La historia del desarrollo intelectual de Europa), John Draper escribió: “Cuatro años después de la muerte de Justiniano, 569 A.D., nació en la Meca, en Arabia, el hombre que, entre todos los hombres, ejercitó la mayor influencia sobre la raza humana”[5]. Este trabajo sirvió para abrir mis ojos en el momento de mi conversión al Islam. Draper, escribiendo en el Siglo 19, estaba muy desilusionado y parecía enojado de que los musulmanes nunca conseguían recibir sus elogios por todo lo que contribuyeron a la sociedad y la civilización europea. Por ejemplo, escribió: “Con estos sarracenas estamos en deuda por muchas de nuestras comodidades personales. Religiosamente limpios, no era posible para ellos vestirse, de acuerdo a la moda de los nativos europeos, con una vestimenta sin cambiarla hasta que se desarmara en pedazos, una desagradable masa de bichos, apestosos y andrajosos… Nos enseñaron el uso de las a menudo cambiadas y a menudo lavadas prendas interiores de lino y algodón, que todavía pasan por las mujeres bajo su antiguo nombre árabe…”[6].


Muchos eruditos han reconocido la importancia del Islam y las enseñanzas del Corán para la mejora de la humanidad. El famoso intelectual George Bernard Shaw afirmo una vez:
“Siempre he tenido gran estima por la religión de Muhammad debido a sus grandiosas vitalidades… he profetizado acerca de la fe de Muhammad que será aceptada en el futuro como lo esta siendo en Europa hoy en día. Los eclesiásticos medievales, por ignorancia o intolerancia, pintaron al Mahometanismo con los más oscuros colores. Para ellos Muhammad fue un anti-Cristo. Yo lo he estudiado, al maravilloso hombre, y en mi opinión lejos de ser un anti-Cristo debe ser llamado el salvador de la Humanidad.[7]


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Footnotes:
[1] La traducción de esta afirmación fue tomada de Allama Shibli Numani, Sirat-un-Nabi(Lahore, Pakistan: Kazi Publications, 1979), p. 211. El incidente fue presenciado por ibn Ishaq in al-Maghazi y Ahmad. Y su serie es sahih de acuerdo a al-Albaani. Ver las notas al pie de Albaani a Muhammad al-Ghazaali, Fiqh al-Seera (Qatar: Idaarah Ihyaa al-Turaath al-Islaami, n.d.), p. 126.
[2] Ismael ibn Kazir, Al-Bidaayah wa al-Nihaayah (Beirut: Dar al-Kutub al-Ilmiyya, n.d.), vol. 7, pp. 39-40.
[3] La historia de Maaiz y al-Ghaamidiyyah es registrada por Muslim.
[4] Citado de Abul Hasan Ali Nadwi, Islam and the World (International Islamic Federation of Student Organizations, 1983), p. 81. Ver también ibn Kazir, al-Bidaayah, vol. 7, p. 53.
[5] Citado en Islam—The First and Final Religion, p. 39. Por supuesto, mas recientemente, The 100: A Ranking of the Most Influential Persons in History de Michael H. Hart puso al Profeta Muhammad en el numero uno entre todos los líderes mas influyentes del mundo.
[6] No está en mis manos en este momento el trabajo de Draper. Por lo tanto, esta cita fue tomada de Aslam Munjee, The Crusades: Then and Now (Arlington, VA: First Amendment Publishers, 2004), p. 3.
[7] “Una colección de Escrituras de los Eminentes Eruditos”, publicado Working Muslim Mission, 1935 edition, p. 77. Citado en Islam: The First & Final Religion (Karachi, Pakistan: Begum Aisha Bawany Waqf, 1978), p. 57. En verdad, muchos no-musulmanes, pensadores occidentales han hablado con gran aprecio acerca de la religión del Islam, el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones lo acompañen) o el Corán. El trabajo citado recientemente compila numerosas citas y es muy interesante su lectura.
Viniendo de una perspectiva cristiana, estaba ansioso por ver que tipo de profecías se relacionaban con el Corán y el Profeta Muhammad, que la paz y la misericordia de Dios sean con él. Me habían enseñado que si las profecías de un profeta no se cumplían, entonces no era un verdadero profeta de Dios.


Hay una cantidad de esas profecías en el Corán pero destacaré sólo una de ellas – en realidad ya he mencionado una, el hecho de que el Corán fuese preservado. (De modo similar, Dios prometió, aunque el Profeta tuvo muchos adversarios que quisieron verlo muerto, que Él protegería el Profeta Muhammad hasta que su misión fuese concluida. de hecho, el Profeta no murió hasta que Dios revelo el verso: “Este día he completado tu religión para vosotros…”)


Destaco esta profecía porque se relaciona con eventos que se encontraban completamente fuera del control del Profeta o de los árabes.

Existe un pasaje en el Corán que dice:
“Los bizantinos fueron derrotados [por los persas] en el territorio [árabe] más próximo a ellos [la antigua Siria]; pero después de esta derrota, ellos [los bizantinos] les vencerán. [Esto sucederá] dentro de algunos años. Todo ocurre por voluntad de Allah, tanto la anterior derrota [de los bizantinos] como su futuro triunfo. Y cuando eso ocurra, los creyentes se alegrarán, debido al triunfo que Allah les concedió [a los bizantinos sobre los persas, por la derrota de los más incrédulos de los dos pueblos]. Él concede la victoria a quien quiere, Él es Poderoso, Misericordioso” (Corán 30:1-5)
Esta revelación le llegó al Profeta en el momento en que los musulmanes estaban siendo duramente perseguidos en la Medina. De hecho, fue más o menos en el mismo momento de la emigración de los musulmanes de la Meca a Abisinia—una migración que se llevó a cabo debido a la persecución. Este fue el año 615 DC. En ese mismo tiempo, el Imperio Bizantino estaba siendo completamente dominado por lo persas. Los adoradores de ídolos de la Meca se identificaron a si mismos como persas, que eran zoroastrianos y adoraban un dios de la luz y un dios de la oscuridad mientras que los musulmanes se identificaron con los cristianos bizantinos ya que creían en la revelación de Dios, profetas y demás. De hecho, la guerra entre el imperio bizantino y los persas ha sido descrita como un tipo de cruzada ya que muchos de los sitios sagrados cristianos fueron destruidos. Fue así, que los no creyentes de la Meca se contentaron con lo ocurrido. Fue en este contexto que esta revelación llegó de Dios.


En efecto, incluso después de la revelación, los bizantinos continuaron perdiendo territorio ante los persas. La situación era tan mala que el emperador bizantino tuvo que trasladar su capital desde Constantinopla a Túnez en el norte de África. Sin embargo, Dios había afirmado que obtendrían la victoria luego de entre tres y nueve años.


En resumen, como escribió el historiador británico Gibbon: “Desde siete a ocho años después de esta predicción del Corán, las condiciones eran tales que nadie podría imaginar que el imperio bizantino ganaría sobre Irán. Ni hablar de ganar el dominio, nadie podría haber imaginado que el imperio, bajo esas circunstancias, sobreviviría”[1].


Sin embargo, Heraclio comenzó su contraataque en 623 DC. Desde Armenia y en 624 DC. devastó el principal templo de fuego de Irán y derrotó a los persas. Esto ocurrió en el mismo año de la Batalla de Badr. Después que lo musulmanes fuesen forzados a dejar Medina y después de que el Profeta mismo emigró y estableció un estado islámico allí, los no creyentes de la Meca continuaron persiguiendo a los musulmanes e intentaron finalizar el Islam. El primer conflicto militar entre los dos bandos se llevó a cabo en la Batalla de Badr. Mal armado y con un número inferior de soldados, el pequeño ejército de musulmanes lograron una asombrosa victoria sobre los politeístas de la Meca. Maududi escribe: “Ibn 'Abbas, Abu Sa'id Judri, Sufian Az-Zauri, Suddi y otros han afirmado que la victoria de los romanos por sobre los persas y los musulmanes en Badr contra los politeístas ocurrió casi en la misma época. Los musulmanes, por lo tanto, se sentían doblemente complacidos. Las historias de los bizantinos y los persas sostienen lo mismo. 624 DC. es el año en el cual la Batalla de Badr fue peleada y en el mismo año el imperio bizantino destruyo el lugar de nacimiento de Zoroastro y devastó el principal templo de fuego de Persia”[2].


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Footnotes:
[1] Decline and Fall of the Roman Empire de Gibbon (New York: Modern Library), Vol. II, p. 788. Citado por S. Abul A’la Mawdudi, The Meaning of the Quran (Lahore, Pakistan: Islamic Publications Ltd., 1981), vol. IX, p. 184.
[2] Ibid., vol. IX, p. 191.
Milagros Científicos del Corán
Los “milagros científicos” del Corán es un tema tratado por muchos hoy en día, ya que la investigación es continua en muchos campos. La fuente de esto es probablemente el hecho que existen literalmente cientos de versos en el Corán en los cuales Dios destaca diferentes aspectos de esta recreación y alienta a los humanos a reflejar y aprender de lo que ven.

Poco después de convertirme en musulmán, conocí el libro La Biblia, el Corán y la Ciencia de Maurice Bucaille. En resumen, deseo compartir con ustedes las importantes conclusiones a las que él llegó:
El Corán es la continuación de las dos Revelaciones que lo precedieron y no solo está libre de contradicciones en sus narraciones, siendo evidente varias manipulaciones humanas se encuentran en los Evangelios, sino que provee todo de él para aquellos que lo examinan objetivamente y a la luz de la ciencia, es decir su entera coincidencia con los datos científicos. Además, se encuentran afirmaciones en él (como se ha mostrado) que se conectan con la ciencia: y aún así es impensable que un hombre de la época de Muhammad pueda haber sido el autor de ellas. El conocimiento científico moderno, por lo tanto, nos permite comprender ciertos versos del Corán que, hasta ahora, han sido imposible de interpretar.


A la vista del nivel de conocimiento en la época de Muhammad, es inconcebible que muchas de las afirmaciones en el Corán que se encuentran conectadas con la ciencia puedan haber sido obra de un hombre. Es, además, perfectamente legítimo, no solo considerar al Corán como expresión de una revelación, sino otorgarle un lugar especial, a causa de la garantía de autenticidad que provee y la presencia en sus afirmaciones científicas que, al ser estudiadas hoy en día, parecen ser un desafío a la explicación en términos humanos[1].
En su discusión acerca del Corán, Bucaille destaca tres puntos importantes:


a) Primero, no hay nada en el Corán que contradiga la ciencia moderna;
b) Segundo, no hay mención de algunas de las falsas creencias que las personas tuvieron en los tiempos del Profeta Muhammad, que Dios lo alabe, con respecto a su creación, el universo y la ciencia en general; y

c) Tercero, no hay manera por la cual el Profeta Muhammad pudo haber sabido en su época muchos de los hechos aludidos en el Corán.
En resumen, es posible discutir sólo un verso en detalle aquí para demostrar los “Milagros científicos” del Corán[2].


Al leer el Corán, un tema que llamó la atención de muchos lectores es la discusión de la creación del ser humano dentro del vientre de la madre. Dios dice en el Corán:
“He aquí que creamos al hombre [Adán] de barro. Luego hicimos que se reprodujese por medio de la fecundación, y preservamos el óvulo fecundado dentro de una cavidad segura [el útero]. Transformamos el óvulo fecundado en un embrión (‘alaqah), luego en una masa de tejidos (mudgah), luego de esa masa de tejidos creamos sus huesos a los que revestimos de carne, finalmente soplamos en el feto su espíritu. ¡Bendito sea Allah, el mejor de los creadores!” (Corán 23:12-14)


Este breve pasaje es asombroso en su precisa descripción del verdadero proceso, así como también en su libertad acerca de todas las teorías incorrectas y puntos de vista que prevalecían en los tiempos de Muhammad. Como se ve en la traducción, la palabra árabe alaqah puede implicar sanguijuela, cosa suspendida, o coagulo de sangre. En verdad, todos estos términos describen al embrión. De hecho, en su primera etapa, el embrión no solo luce físicamente como una sanguijuela [3] sino que “obtiene alimentación a través de la sangre de la madre, como la sanguijuela, que se alimenta de la sangre de los demás”[4]. Alaqah, nuevamente, puede también significar, “cosa suspendida”, que también es verdad, el embrión en esta etapa se sostiene del útero de la madre[5]. Finalmente, alaqahpuede también significar coagulo de sangre. Nuevamente, la relación con el verdadero proceso físico es milagrosa. Ibrahim escribe:
Nos encontramos con que la apariencia externa del embrión y su saco durante la etapa de alaqah es similar a un coagulo de sangre. Esto se debe a la presencia de una cantidad relativamente extensa de sangre presente en el embrión durante esta etapa... también, durante esta etapa, la sangre del embrión no circula hasta el final de la tercera semana. De este modo, el embrión en esta etapa es como un coagulo de sangre[6].


Los versos afirman que la próxima etapa es la de un mudghah o “sustancia masticable”. Esta es también una descripción acertada de la próxima etapa del embrión. En esta etapa, el embrión desarrolla los segmentos de la columna y estos “de algún modo de parecen a marcas de dientes en una sustancia masticable.”[7]


El tipo de información descrita anteriormente solo ha sido “descubierta” y vista por humanos desde el desarrollo de poderosos microscopios. Ibrahim advierte que Hamm y Leeuwenhoek fueron los primeros en observar células espermas humanas, en 1677 debido a la ayuda de un microscopio mejorado [8]. Esto sucedió unos 1000 años después de la época del Profeta Muhammad, que Dios lo alabe.


De hecho, los detalles del análisis de los versos coránicos relacionados a la embriología son tan grandiosos que Keith Moore, Profesor catedrático de Biología anatómica y celular de la Universidad de Toronto, los ha incluido en una edición especial de su libro de texto The Developing Human: Clinically Oriented Embryology.[9] Este es un trabajo interesante que esta compuesto de libros completos de texto de Moore con inserciones que describen algunos de los temas desde el punto de vista del Corán y los dichos del Profeta. Después de discutir temas avanzados de embriología – la mayoría de los cuales son el resultado de la investigación en las décadas pasadas – este libro de texto tiene entonces páginas insertadas que describen lo que el Corán ha afirmado con respecto a estos asuntos. ¿Se pueden imaginar tomar los mejores libros de medicina de hace 200 años y hacer algo de esta naturaleza? Seria absurdo y ridículo ya que el material de los antiguos libros de texto sería completamente irrelevante. Sin embargo, harían esto con el Corán, un libro que ni siquiera aclama ser un texto médico. Por supuesto, posee una afirmación más fuerte: la de Dios.


Comentando acerca de la milagrosa consistencia entre las afirmaciones del Corán y el desarrollo de la embriología, el Dr. Moore afirmó en 1981: “Ha sido un gran placer haber ayudado en la aclaración de las afirmaciones del Corán acerca del desarrollo del embrión humano. Claramente, desde mi punto de vista estas afirmaciones deben haber llegado a Muhammad desde Dios, ya que la mayoría de estos pensamientos no fueron descubiertos hasta muchos años mas tarde. Esto es una prueba de que Muhammad debe haber sido un mensajero de Dios”[10].


De hecho, el Corán toca temas relacionados a muchas ciencias aparte de la embriología, como la astronomía, física, geografía, oceanografía, biología, botánica, zoología, medicina y psicología[11]. Así es que numerosos científicos de varios campos llegaron a similares conclusiones con respecto al Corán[12].


¿Cómo puede ser que este hombre que no sabía leer ni escribir de hace unos mil cuatrocientos años atrás, el Profeta Muhammad, haya producido un libro de esta naturaleza con tantos hechos científicos y detalles con perfecta precisión? ¿Podría haber sido el caso que estas hayan sido todas coincidencias y que el Profeta sea un impostor? Al menos es mi opinión que, las respuestas a preguntas como esta son muy claras. De hecho, la afirmación de que el Corán no es una revelación de Dios es más difícil de sostener una vez que se aprende más acerca del Corán mismo.
Accidentalmente, existen otros aspectos milagrosos del Corán históricamente relacionados. Por ejemplo, como se expuso en la Biblia, el Corán se refiere al soberano en los tiempos del profeta José como “rey” y nunca se refiere a él como Faraón, aunque ese termino se utilice en la Biblia en la historia de José, y el Corán utilice ese término en la historia de Moisés. Parecería, a través de lo que se puede determinar hoy, que José vivió entre los reyes semitas hicsos de Egipto y que su soberano no era en realidad un Faraón[13]. El Corán también deja en claro que el cuerpo del Faraón del Éxodo seria recuperado y preservado[14]. Ahora bien, se considera que todos los faraones de la época hayan sido en realidad preservados como momias, algo que el Profeta no podría haber sabido en esa época. Esto ha llevado a dos investigadores a afirmar:

Si el Sagrado Corán derivó de la Biblia [como algunas personas afirman falsamente, entonces] esos tantos errores bíblicos deberían haberse repetido. ¿Por qué, por ejemplo, el Sagrado Corán describiría a los israelitas como una pequeña nación cuando la Biblia afirmó que eran 2-3 millones, un numero enormemente exagerado que ningún erudito acepta?... ¿Por qué el Sagrado Corán no coincidió con la Biblia, y en realidad la lógica creencia que el Faraón fue tragado por el mar, sino que afirmó que el “cuerpo” del Faraón fue rescatado? Y ¿Por qué el Sagrado Corán dijo esto acerca del Faraón en particular pero no acerca de otras personas que también fueron destruidas por Dios?...[15]


Finalmente, los eruditos musulmanes han notado que el milagro particular dado a cada profeta se relacionaba a los asuntos con los que su gente se encontraba más fascinada. Es así, por ejemplo, que en la época de Moisés, la brujería era muy popular, y uno de sus signos se relacionaba directamente a superar los débiles trucos de los magos humanos. Durante la época de Jesús, la medicina era un asunto popular y algunos de los signos de Jesús incluían sanar a los enfermos, revivir a los muertos y demás. Los árabes en esos momentos estaban muy orgullosos de sus dones literarios, como se advertirá en breve, el Corán es la obra maestra árabe mas allá de lo que ellos pudiesen comparar. Sin embargo, el Profeta Muhammad no fue solo enviado a los árabes o a las personas de su siglo. En nuestra época, la ciencia se ha convertido prácticamente en un "dios" para reemplazar al Dios tradicional de la tradición judío-cristiana. El milagro del Profeta Muhammad es en realidad completamente relevante al campo de la ciencia que cautiva a tantas personas hoy en día, una vez mas indicando que el Profeta Muhammad fue verdaderamente un profeta enviado a toda la humanidad hasta el Día del Juicio.


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Footnotes:
[1] The Bible, the Quran and Science de Maurice Bucaille, (Indianapolis, IN: American Trust Publications, 1978), pp. 251-252.
[2] Para más detalles con respecto a las diferentes etapas del desarrollo humano, el lector interesado puede tambien consultar a Keith L. Moore, Abdul-Majeed A. Zindani y Mustafa A. Ahmed, Quran and Modern Science: Correlation Studies (Bridgeview, IL: Islamic Academy for Scientific Research, 1990), pp. 15-47.
[3] Ver I. A. Ibrahim, p. 7, Figura 1.
[4] I. A. Ibrahim, p. 6.
[5] Ver I. A. Ibrahim, p. 7, Figura 2.
[6] Ibrahim, p. 8.
[7] Citado por Ibrahim, p. 8, The Developing Human, de Moore y Persaud, 5th ed., p. 8. Ver también las figuras de Ibrahim en la página 9.
[8] Ibrahim, pp. 8-10.
[9] Ver Keith L. Moore [junto a Abdul-Majeed Azzindani], The Developing Human: Clinically Oriented Embryology [with Islamic Additions: Correlation Studies with Quran and Hadith] Jeddah, Saudi Arabia: Dar al-Qiblah para la literature islámica, 1983, en conjunto con la compañia W. B. Saunders.
[10] Citado en I. A. Ibrahim, A Brief Illustrated Guide to Understanding Islam (Houston: Darussalam, 1997), p. 10.
[11] Para ejemplos con respecto a estos diferentes campos, ver Zakir Naik, “The Quran and Modern Science: Compatible or Incompatible?” www.ahya.org.
[12] Ver I. A. Ibrahim, A Brief Illustrated Guide to Understanding Islam (Houston: Darussalam, 1997), pp. 10ff. Este trabajo, se encuentra disponible enteramente en www.islam-guide.com. Ibrahim revé y resume las conclusiones de Moore y varios otros.
[13] Para mas detalles acerca de este punto, ver Louay Fatoohi y Shetha al-Dargazelli, History Testifies to the Infallibility of the Quran: Early History of the Children of Israel (Delhi, India: Adam Publishers & Distributors, 1999), pp. 81-93.
[14] Dios dice: “Conservaremos tu cuerpo y te convertirás en un signo para que las generaciones que te sucedan reflexionen. Por cierto que muchos de los hombres son indiferentes a Nuestros signos.” (Yunus 10:92). Para mas detalles acerca de este punto, ver Fatoohi y al-Dargazelli, pp. 141-145.
[15] Fatoohi y al-Dargazelli, pp. 247-248.


El Milagro Linguistico del Corán


Existe otro importante aspecto que los eruditos musulmanes han considerado tradicionalmente como el aspecto milagroso más grande del Corán, este es el milagro lingüístico. Desafortunadamente, sin embargo, antes de convertirme en musulmán (e incluso después), no pude realmente apreciar este asunto. Solo pude leer lo que algunos eruditos habían escrito acerca del lenguaje y la belleza del Corán. Por ejemplo, John Naish escribió:


El Corán en su vestimenta original árabe posee una belleza y encanto seductores en sí mismo. Acomodado en un conciso y exaltado estilo, sus oraciones breves, a menudo rimadas, presentan una fuerza expresiva y energía explosiva que es extremadamente difícil de transmitir con palabras literales en una traducción[1].


De modo similar, Arberry anhelaba el pasado cuando solía escuchar el Corán siendo recitado durante Ramadán en Egipto[2]. Yo no tuve acceso a escuchar la recitación del Corán, por lo tanto, no sabía cuan conmovedora era esa experiencia. Además, sin tener conocimiento del lenguaje árabe, la impresión de las traducciones al inglés no podían ser como la del original árabe. Sin embargo, debo discutir el milagro aquí, aunque sea brevemente, porque es uno de los aspectos más asombrosos del Corán.


Tradicionalmente, los eruditos musulmanes han considerado el milagro de la lingüística del Corán como tal vez el aspecto milagroso más importante del Corán – y es definitivamente el que tuvo mas influencia en los tiempos del Profeta Muhammad, que Dios le conceda paz y misericordia. Los árabes tenían orgullo de su lengua. La palabra utilizada para definir al extranjero, a’yami, básicamente significaba alguien salvaje en su lenguaje o carente de claridad en su lenguaje[3]. Sin embargo, hasta siendo inferiores al Corán. Antes del Corán, solían tener ferias y competiciones para ver quienes podían producir la palabra árabe más bonita. Sin embargo, de acuerdo a Draz:


Cuando se revelo el Corán todas esas ferias llegaron a su fin, y las reuniones literarias murieron. Desde ese momento, el Corán fue el único trabajo para comandar la atención de la gente. Ninguno de ellos podía desafiarlo o competir con él, o incluso sugerir el cambio, movimiento, adición u omisión de alguna palabra de la oración original. Sin embargo, el Corán no cerró sus puertas a la competición. De hecho, las dejó bien abiertas, llamándolos, individual y colectivamente, a tomar el desafío de producir algo similar a esto. Se repitió el desafío de diferentes modos, reprendiendo su inhabilidad para lograrlo, y reduciendo la tarea a lo largo del tiempo[4].


Los eruditos árabes habían identificado muchos aspectos lingüísticos para distinguir el Corán de otros trabajos y destacarlo como un milagro. En este punto, se mencionarán brevemente solo algunos[5]:
(1) Cada palabra es utilizada en su preciso lugar y no puede ser movida o cambiada por un sinónimo sin perder su significado y belleza.


(2) El Corán posee una estructura única en sus oraciones y un ritmo que lo aparta de la prosa y la poesía, a menudo asemejándose a una más que a otra, pero nunca siendo una o la otra.

(3) Las oraciones utilizan la menos cantidad de palabras sin perder el significado necesario. En otras palabras, son concisas, lo que adhiere a su belleza, mientras que al mismo tiempo transmiten todo lo que necesita ser transmitido.


(4) Existe un perfecto balance y consistencia en el estilo entre pasajes emocionales e intelectuales en el Corán. Draz mencionó que esta belleza sólo puede ser encontrada en el Corán:
Dos fuerzas son siempre activas dentro del ser humano: la intelectual y la emocional. Poseen diferentes roles y direcciones. La primera busca el conocimiento de la verdad, e identificar lo que es bueno y benéfico para adoptarlo. La otra, registra sus sentimientos de dolor y placer. Un estilo perfecto es aquel que satisface las dos necesidades al mismo tiempo, dando una satisfacción intelectual y placer emocional… ¿Encontramos tal perfección en el estilo humano? Hemos visto escritos de científicos, filósofos, y trabajos de poetas y de fina prosa [sin embargo no pueden cumplir esta meta]…[6]

El Desafío del Corán


Los eruditos han notado muchos otros aspectos milagrosos del Corán, como su perfecta consistencia y libertad de contradicción incluso al haber sido revelado durante un período de veintitrés años[7], el efecto que el Corán tiene en individuos que lo escuchan[8] y demás. Sin embargo, lo que hemos discutido aquí es definitivamente suficiente para nuestros propósitos, ya que he cubierto los asuntos que más me han influenciado para demostrar que el Corán es en verdad milagroso.


De acuerdo a los musulmanes, el Corán es el lenguaje y palabra de Dios. Por lo tanto, no es sorprendente que sea inimitable. Sin embargo, Dios ha deseado que esto quede claro para toda la humanidad, no dejando lugar a la discusión, duda o excusa. En el Corán, Dios desafía a la humanidad a producir algo similar al Corán. De hecho, el desafío de Dios va mas allá que eso: existe un desafío de producir incluso un capítulo como los del Corán.


Este desafío está todavía en pie para toda la humanidad. Todos son libres de intentar recriminar al Corán produciendo algo similar del tamaño de incluso una porción del Corán. En verdad, Dios deja en claro que en toda la humanidad nunca será posible producir algo comparable al Corán – algo tan sorprendente como la profecía del Corán.


El desafío de Dios ocurre en cinco lugares diferentes en el Corán. Aquí se encuentran los versos relevantes en el orden en que fueron revelados por Dios:


“Si dudáis de lo que le hemos revelado a Nuestro siervo [Muhammad] traed una sura similar, y recurrid para ello a quienes tomáis por socorredores en lugar de Allah, si es que decís la verdad. Si no lo hacéis, y por cierto que no podréis hacerlo, guardaos del fuego que ha sido preparado para los infieles y cuyo combustible serán hombres y piedras.” (Corán 2:23-24)
“Dicen: [Muhammad] lo ha inventado. Diles: Entonces traed vosotros [si podéis] una sura similar y recurrid para ello a quienes tomáis por socorredores en vez de Allah, si es que decís la verdad.” (Corán 10:38)


“O dicen: Él lo inventó [al Corán]. Diles: Inventad, entonces, diez suras como ésta y presentadlas, e invocad a quienes podáis [para que os auxilien] en vez de Allah, si es que sois veraces.” (Corán 11:13)

“Diles: Si los hombres y los genios se unieran para hacer un Corán similar, no podrían lograrlo aunque se ayudaran mutuamente.” (Corán 17:88)

“Y también dicen: Él lo ha inventado [al Corán], pero la verdad es que [lo dicen porque] no creen.


34. Que presenten un libro semejante [al Corán] si es verdad lo que alegan.” (Corán 52:33-34)


En resumen, si alguien todavía duda acerca del Corán, que afronte el reto.


Una Afirmación muy Importante del Profeta y Mi Decisión


No fue una reflexión que el Corán es milagroso. No fue que los eruditos después de los tiempos del Profeta, que Dios le conceda paz y misericordia, lo observaron y declararon que era un milagro. No, en realidad, este Libro está destinado a ser un milagro del Profeta Muhammad y su signo más grandioso. Los no creyentes en el tiempo del Profeta buscaban algún tipo de milagro – tal vez algo más tangible o que requiera menos pensamiento – pero Dios dejó en claro que este Corán sería suficiente como un signo que testifique la veracidad del Profeta. Dios dice:


“Dijeron [los incrédulos]: ¿Por qué no le han sido concedidos signos milagrosos provenientes de su Señor? Diles [¡Oh, Muhammad!]: Allah es Quien dispone de los signos, y yo sólo debo advertiros claramente. ¿Acaso no les basta que te hayamos revelado el Libro que se les recita? Por cierto que en él hay misericordia y exhortación para quienes creen.” (Corán 29:50-51)


En verdad, este Libro debe ser suficiente para cualquier individuo sincero, en busca de la verdad. No hay necesidad de ningún otro signo después de este Libro. Este es el aspecto principal de lo que Dios ha dicho en este pasaje, y esto es lo que mi corazón y mente concluyeron cuando estudie el Corán en vistas a todos los escritores que afirmaban que no era una revelación de Dios.
El Profeta también hizo una afirmación muy importante con respecto a este signo y milagro que Dios le había entregado. Ya que el era el Profeta final, la naturaleza de su signo y milagro tenía que ser diferente a todos los que lo precedieron. Tenía que ser un milagro que fuera eterno hasta el Día del Juicio. De hecho, lo es. E incluso más, es un tipo de milagro muy diferente. Es uno en el cual los humanos pueden reflejarse y estar completamente convencidos de su verdad. Es así que el Profeta dijo: “No ha habido profetas excepto a los que Dios le ha entregado milagros para que las personas le crean. Yo he obtenido (como milagro) la revelación que Dios me ha revelado. Espero, por esa razón, tener el mayor número de seguidores en el Día del Juicio”. (Registrado por Al-Bujari.) Debido a la naturaleza del signo que el Profeta recibió, no hay excusas para que las personas de otros tiempos no lo sigan. Por lo tanto, el tendrá, si Dios lo permite, el mayor número de seguidores en el Día del Juicio Final.


El Corán demandó una decisión de mi parte – como en realidad demanda una decisión de parte de todos. Los signos que apuntan a su naturaleza milagrosa y que debía ser una revelación de Dios eran simplemente abrumadores para mí. Ninguna de las teorías opositoras al Corán o que negaran la sinceridad del Profeta fueron lo suficientemente fuertes o lógicas para convencerme de otra cosa. Por lo tanto, yo, vía el Corán, abracé el Islam y todas las alabanzas y agradecimientos se deben a Dios.


________________________________________
Footnotes:
[1] John Naish, The Wisdom of the Quran (Oxford, 1937), p. viii. Citado en Islam—The First and Final Religion, pp. 87.
[2] Ver sus sentimientos expresados en in A. J. Arberry, The Koran Interpreted (New York: MacMillan Publishing Co., 1955), p. 28.
[3] E. W. Lane, Arabic-English Lexicon (Cambridge, England: The Islamic Texts Society, 1984), vol. 2, pp. 1966-1967.
[4] Muhammad Abdullah Draz, The Quran: An Eternal Challenge (Markfield, United Kingdom: The Islamic Foundation, 2001), p. 69.
[5] Para más detalles, se puede consultar Draz, passim.
[6] Draz., p. 97.
[7] Dios dice en el Corán: “¿Acaso no reflexionan en el Corán y sus significados? Si no procediera de Allah habrían encontrado en él numerosas contradicciones.” (al-Nisaa 4:82).
[8] Sean creyentes o no creyentes, el Corán está destinado a afectarlos. Por ejemplo, con respecto a sus creencias, Dios dice: “Allah ha revelado el mejor de los Mensajes [el Corán], el cual es un Libro armonioso [sin contradicciones] que reitera las exhortaciones [y las historias]. Su recitación hace erizar la piel de quienes temen a su Señor, pero luego cuando recuerdan a Allah ésta [la piel] y sus corazones se apaciguan. Ésta es la guía de Allah, con la que Él encamina a quien quiere; y sabed que para quien Allah decreta el desvío, no habrá nadie que lo pueda guiar.” (al-Zumar 39:23). Por otro lado, con respecto a los no creyentes, Dios dice: “Hemos expuesto en este Corán todo tipo de evidencias para que reflexionen, pero esto les hace extraviarse aún más.” (al-Israa 17:41).

Por Jamaal al-Din Zarabozo (IslamReligion.com)

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