El Verdadero Mensaje de Jesucristo IV

El Verdadero Mensaje de Jesucristo IV

6. “En los comienzos fue la Palabra”

Quizás la ‘evidencia’ más utilizada para la divinidad de Jesús es Juan 1:1 y 14:

“En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios... Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único...”

Sin embargo, estas palabras no fueron pronunciadas por Jesús, ni tampoco le fueron atribuidas por el autor del Evangelio según Juan. En consecuencia, estos versos no constituyen evidencia de la divinidad de Jesús, especialmente considerando las dudas que tienen los estudiosos cristianos sobre el Cuarto Evangelio. Los estudiosos bíblicos autores de The Five Gospels dijeron:

Los dos cuadros pintados por John y los evangelios sinópticos (es decir los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas) no son históricamente exactos....” [1] Las palabras atribuidas a Jesús en el cuarto Evangelio son en su mayor parte la creación de un evangelizador, y refleja el idioma desarrollado de la comunidad Cristiana de Juan[2]

El término griego utilizado por el autor anónimo del Cuarto Evangelio para “palabra” es logos [3] . Al hacerlo, el autor identifica a Jesús con el logos pagano de la filosofía griega, quien fue la razón divina implícita en el cosmos, ordenándolo y dándole forma y significado. [4]

La idea del logos en griego puede remontarse al menos al filósofo del siglo VI AC, Heráclito, quien propuso que existía un logos en el proceso cósmico análogo al poder razonante del hombre. Más tarde, los estoicos[5] definieron el logos como un principio activo, racional y espiritual que se encontraba en todos los ámbitos de la realidad[6]. El filósofo judío grecoparlante Filón de Alejandría (15 AC – 45 DC), enseñaba que el logos era el intermediario entre Dios y el cosmos, el agente entre dios y el cosmos, y el agente de la creación y a través del cual la mente humana puede comprender a Dios[7]. Los escritos de Filón fueron conservados y atesorados por la Iglesia, y brindaron una inspiración para una sofisticada teología filosófica cristiana. Él partió del pensamiento platónico con respecto al logos (Palabra) y lo llamó “el primogénito de Dios”. [8]

La identificación de Jesús con el logos fue desarrollada posteriormente en los primeros tiempos de la Iglesia como resultado de diversos intentos realizados por los primeros teólogos y apólogos cristianos para expresar la fe cristiana en términos que fueran comprensibles para el mundo helenístico. Aún más, la intención fue impresionar a los oyentes con la idea de que la cristiandad era superior a, o heredera de, todo lo mejor de la filosofía pagana. Así, en sus apologías y polémicas obras, los primeros Padres Cristianos sostuvieron que Cristo era el logos preexistente. [9]

La palabra griega utilizada para decir ‘Dios’ en la frase “y la Palabra estaba con Dios” es la forma definida hotheos, que significa ‘El Dios’. Sin embargo, en la segunda frase “y la Palabra era Dios”, la palabra griega utilizada para decir ‘Dios’ es la forma indefinida tontheos, que significa ‘un dios’[10]. Por lo tanto, Juan 1:1 debería ser traducido más precisamente de la siguiente manera: “En el comienzo era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios”. Por lo tanto, si la Palabra era un ‘dios’ en sentido literal, significaría que había dos Dioses y no uno. Sin embargo, en lenguaje bíblico, el término ‘dios’ se usa metafóricamente para indicar poder. Por ejemplo, Pablo se refirió al demonio como “dios” en II Corintios 4:4:

“Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de entendimiento y no ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es imagen de Dios.”

Moisés también es llamado “dios” en Éxodo 7:1:

“Yavé dijo a Moisés: Mira lo que hago: vas a ser como un dios para Faraón, y Aarón, tu hermano, será tu profeta.”[11]

Pensamientos antiguos

Existía un serio conflicto entre las interpretaciones Paulina y de Jerusalén de Jesús y su mensaje. Este conflicto, después de ir empeorando durante años, terminó por dividirse totalmente, a través del cual se fundó la Iglesia Cristiana Paulina, que en efecto comprendía una nueva religión separada del judaísmo. Por otro lado, los Nazarenos de Jerusalén no cortaron sus vínculos con el judaísmo, pero se consideraban judíos practicantes en esencia, leales a la Torah, que también creían en Jesús, un Mesías humano. [12]

Cuando la insurrección judía fue aplastada por los romanos y destruyeron su Templo en el año 70 DC, los cristianos judíos se esparcieron, y terminó su poder e influencia como la Iglesia Madre y centro del movimiento de Jesús [13] . El movimiento Cristiano Paulino, que hasta el año 66 DC había luchado por sobrevivir frente a la desaprobación de Jerusalén, comenzaba ahora a marcar un camino.

La Iglesia de Jerusalén, bajo el liderazgo de Jaime, conocida originalmente como los Nazarenos,  pasó a ser conocida más tarde con el nombre despectivo de Ebionitas (del hebreo evyonim, “hombres pobres”), que algunos Nazarenos adoptaron con orgullo como un recordatorio de las palabras de Jesús “Bienaventurados los pobres”. Luego del ascenso de la Iglesia Grecorromana, los Nazarenos fueron considerados herejes, debido a su rechazo a las doctrinas de Pablo. [14]

Según el historiador de la Iglesia antigua, Ireneo (185 DC), los Ebionitas creían en un solo Dios, el Creador, enseñaban que Jesús era el Mesías, utilizaban solo el Evangelio según Mateo y rechazaban a Pablo como apóstata de la Ley Judía.[15]

Se sabe que los Ebionitas seguían existiendo en el siglo IV. Algunos abandonaron Palestina y se instalaron en Transjordania y Siria y luego en Asia Menor, Egipto, y Roma. [16]

El Monarcanismo,[17] un movimiento Cristiano Gentil desarrollado durante los siglos II y III siguió representando la opinión monoteísta “extrema” de los Ebionitas. El mismo sostenía que Cristo era un hombre, concebido milagrosamente, pero que solo era ‘Hijo de Dios’ debido a que estaba pleno de sabiduría y poder divino. Este punto de vista fue enseñado en Roma hacia fines del siglo II por Teódoto, quien fue excomulgado por el Papa Víctor, y más tarde por Artemón, quien fue excomulgado por el Papa Ceferino. Hacia el año 260 DC, dicha postura fue enseñada nuevamente por Pablo de Samosata,[18] obispo de Antioquia en Siria, quien predicaba abiertamente que Jesús fue un hombre a través del cual Dios pronunció su Palabra (Logos) y afirmaba fervientemente la unidad absoluta de Dios.

Entre los años 263 y 268 al menos tres concejos eclesiásticos se llevaron a cabo en Antioquia para debatir la ortodoxia de Pablo. El tercero condenó su doctrina y lo destituyó. Sin embargo, Pablo contaba con el apoyo de Zenobia, reina de Palmira, quien controlaba Antioquia, y no fue sino hasta el año 272 que fue realmente destituido, cuando el emperador Aureliano derrotó a Zenobia.[19]

A finales del siglo III y principios del IV, Ario (nacido en Libia 250 AC – fallecido en 336 DC), presbítero de Alejandría, Egipto, también enseñaba la naturaleza finita de Cristo y la unidad absoluta de Dios, lo cual atrajo un gran número de seguidores, hasta que fue declarado hereje por el concejo de Nicea en Mayo de 325 DC. Durante el concejo, se negó a firmar la fórmula de fe sosteniendo que Cristo tenía la misma naturaleza divina que Dios. Sin embargo, la influencia de sus colegas de Asia Menor y Constanza, la hija del emperador Constantino, lograron que Ario regresara del exilio y fuera readmitido en la iglesia [20]. El movimiento que supuestamente él había empezado, pero que en realidad era una extensión de la creencia cristiana nazarena/judía de Jerusalén, comenzó a ser conocido como Arrianismo y constituyó la mayor amenaza interna a la ortodoxia de la creencia paulina cristiana en la divinidad de Jesús.

De 337 a 350 DC, el emperador de Occidente, Constantino, simpatizaba con los ortodoxos cristianos, y Constancio II, que simpatizaba con los arrianos, era el emperador de Oriente. La influencia ariana era tan grande que se llevó a cabo un concejo eclesiástico en Antioquia (341 DC), y se emitió una afirmación de fe que omitía la cláusula que decía que Jesús tenía la “misma naturaleza divina que Dios”. En el año 350 DC, Constancio II, se convirtió en el único gobernante del imperio, y bajo su liderazgo eliminó casi totalmente al partido Niceno (los cristianos ortodoxos). Luego de la muerte de Constancio II en 361 DC, la mayoría cristiana ortodoxa de occidente consolidó su posición. Sin embargo, la defensa del monoteísmo absoluto y la supresión de las creencias trinitarias de los cristianos ortodoxos continuaron en oriente bajo el emperador arriano Valens (364 – 383 DC). El arrianismo no colapsó hasta que el Emperador Teodosio I (379 – 395 DC) tomó la defensa de la ortodoxia. No obstante, las creencias unitarias de Arrio, continuaron entre algunas de las tribus germánicas hasta fines del siglo VII.[21]


[1]El Evangelio de Juan difiere tan radicalmente de los otros tres Evangelios (los Evangelios Sinópticos) que la autenticidad es dudosa. Por ejemplo:

Los Evangelios sinópticos

El Evangelio de Juan

El ministerio público de Jesús dura un año

El ministerio público de Jesús dura tres años

Jesús habla en parábolas y frases breves

Jesús habla en largos discursos filosóficos.

Jesús tiene poco que decir sobre sí mismo

Jesús habla largo y tendido sobre su misión y su persona

Echar a los vendedores del templo es la última de sus misiones sobre la tierra.

Echar a los vendedores del templo es el primer incidente de su misión.

Jesús defiende las causas de los pobres y oprimidos.

Jesús tiene poco o nada que decir sobre los pobres y oprimidos.

Jesús es exorcista.

Jesús no realiza exorcismos.

Jesús es crucificado el 15 de Nisan

Jesús es crucificado el 14 de Nisan, el día del sacrificio de la Pascua judía.

[2]The Five Gospels, p. 10.

[3]Su plural es logoi y también significa “razón” o  “plan”.

[4]El concepto definido por el término logos también se encuentra en los sistemas filosóficos y teológicos indio, egipcio y persa. (The New Encyclopaedia Britannica, vol. 7, p. 440).

[5] Los estoicos eran filósofos que seguían las enseñanzas del pensador Zeno de Citico (siglo IV-III AC).

[6] Llamaban a logos providencia, naturaleza, dios y alma del universo.

[7] Según Filón y los Platonistas medios, los filósofos que interpretaban en términos religiosos las enseñanzas del filósofo griego Platón, el logos era inherente en el mundo y al mismo tiempo la mente divina trascendente. (The New Encyclopaedia Britannica, vol. 7, p. 440).

[8] The New Encyclopaedia Britannica, vol. 9, p. 386. 94 Ibid., vol. 7, p. 440. Christ in Islam, pp.40-1. 55

[9]Ibid, vol. 7, p. 440

[10] Christ in Islam, pp. 40-41

[11]Esto es según la Versión King James y la Versión Autorizada. En la Versión Estándar Revisada, la traducción de este verso dice: "Y el Señor le dijo a Moisés 'Ves, te hago como Dios al Faraón; y Aarón tu hermano será profeta.”

[12] The Myth-maker, p. 172.

[13] Setenta años más tarde, se reconstituyó una Iglesia Cristiana en Jerusalén, luego de que la ciudad fuera devastada por los romanos por segunda vez y reconstruida con el nombre de Aelia Capitolina. Esta nueva Iglesia Cristiana no tenía continuidad con la primera 'Iglesia de Jerusalén' liderada por Jaime. Sus miembros eran los gentiles, tal como atestigua Eusebio, y sus doctrinas eran las del cristianismo paulino. (Eusebius, Ecclesiastical History, III. v. 2-3, citado en The Myth-maker, p. 174).

[14] The Myth-maker, p. 175.

[15] The New Encyclopaedia Britannica, vol. 4, p. 344.

[16] Ibid., vol. 4, p. 344.

[17]También conocido como Monarcanismo Dinámico o Adopcionista.

[18] The New Encyclopaedia Britannica, vol. 8, p. 244.

[19]The New Encyclopaedia Britannica, vol. 9, p. 208.

[20]Ibid., vol. 1, pp. 556-7.

[21]The New Encyclopaedia Britannica, vol. 1, pp.549-50. 

Leave a comment

You are commenting as guest. Optional login below.