Al-Husayn ibn Salam fue un Rabino judío en Yazrib [Medina], quien era ampliamente respetado y honrado por la gente de la ciudad, incluso por aquellos que no eran judíos. Era conocido por su piedad y bondad, su conducta correcta y su veracidad.
Una gran cantidad de cristianos, abrazaron el Islam durante y después de las conquistas islámicas después de la muerte del profeta Muhammad. Nunca fueron obligados, por el contrario, fue un reconocimiento de lo que ya esperaban. Anselmo Turmeda[1], un cura y erudito cristiano, fue una de estas personas cuya historia vale ser mencionada.
“Encontrarás que los peores enemigos de los creyentes son los judíos y los idólatras, y los más allegados a ellos en afecto son quienes dicen: Somos cristianos. Esto es porque entre ellos hay sacerdotes y monjes [sabios y desapegados], y por que no son soberbios. Y cuando oyen lo que le ha sido revelado al Mensajero, ves que sus ojos se inundan de lágrimas porque reconocen la Verdad. Dicen: ¡Señor nuestro! Creemos, cuéntanos, pues, entre quienes son testigos [de la Verdad]”.(Sura Al-Maida 5:82-83)
Como un antiguo pastor y miembro del consejo de la iglesia cristiana, es el encargado de iluminar a aquellos que continúan caminando en la oscuridad. Después de abrazar el Islam, sentí una necesidad de ayudar a aquellos que todavía no habían sido bendecidos por la luz del Islam.
El rabino de la sinagoga de Makhachkala abrazó el Islam. Cada persona tiene una manera diferente de llegar a la verdad. Para Moisha Krivitsky fue a través de la facultad de leyes, una sinagoga y la prisión. El casi abogado se convierte en rabino, luego al Islam y se encuentra a si mismo en la prisión.
Al-Hayy Ibrahim Khalil Ahmad, anteriormente Ibrahim Khalil Philobus, era un sacerdote copto egipcio que estudió teología y obtuvo un alto grado de la Universidad de Princeton. Estudió el Islam para encontrar algo con que atacarlo; en cambio terminó abrazando el Islam con sus cuatro hijos, uno de los cuales es ahora un brillante profesor de la Universidad Sorbonne, en París, Francia. En un modo interesante, se revela a si mismo diciendo...
Raphael, 42 años, latino, es un comediante y conferencista que vive en Los Ángeles. Nació en Texas, donde asistió por primera vez a una reunión de los Testigos de Jehová a los seis años. Dio su primer sermón de la Biblia [apenas cumplidos los trece años], tuvo su propia congregación a los veinte, y estuvo en camino a obtener un puesto importante entre los 904.000 Testigos de Jehová que hay en los Estados Unidos. Pero cambió su Biblia por el Corán después de animarse a visitar una mezquita.
Cuando se le preguntó como llegó al Islam escribió:
“Mi conversión al Islam no puede ser atribuida a ninguna causa mas que la guía de Alá el Todopoderoso. Sin esta orientación divina todo el aprendizaje, búsqueda y otros esfuerzos por encontrar la verdad puede hasta llevarlo a uno al extravío. Cuando creí en la absoluta unicidad de Dios Su último profeta Muhammad se convirtió en el patrón de mi conducta y comportamiento”.
“¿Qué te sucedió?” esa era generalmente la primera reacción cuando me encontraba con mi antiguos compañeros de clase, amigos y compañeros pastores después de haber abrazado el Islam. No los puedo culpar, no era del tipo de persona que cambiara de religión. Anteriormente, era profesora, pastora, fundadora de iglesias y misionera. Si alguien era fundamentalista radical, esa era yo.